“Podemos saber tocar un instrumento, pero tenemos que estudiar/practicar todos los días para llegar a la “perfección”. Tenemos que entender a qué público queremos llegar y cómo queremos llegar. Tenemos que SENTIRLO antes, durante y después de un espectáculo.”
Entré en Zome hace cosa de un año y medio, a través de la gran pasión que siempre me ha movido, ¡la música!
Cuando se pidió a mi productora qMusic Portugal que hiciesen el himno de Zome, fui a “beber” la esencia que tanto había escuchado. ¡Y la sintonía fue casi inmediata!
A pesar de los miedos, no por trabajar sin un salario fijo, porque en la música ya estamos habituados a eso. Pero, por ser una profesión que hasta aquel momento, sinceramente, no tenía buenas referencias.
Siempre lo vi todo muy desordenado y un poco “sálvese quién pueda”. Pero, ahí fue…¡dónde todo cambió!
Le di una oportunidad, arriesgué y con el paso del tiempo, empecé realmente a entender el funcionamiento. Las formaciones, el know-how y la manera de trabajar tan única que se vive en Zome.
Confieso que fueron meses intensos y siento que aún tengo mucho que aprender. Pero, me siento apoyada por todo el staff, los compañeros consultores y sin duda, somos una familia muy rica en lo que se refiere a ayudarse unos a otros.
En ningún momento me sentí desamparada o sin la información necesaria para realizar mi trabajo con toda la profesionalidad y rigor.
No es un mar de rosas, hay mucho que luchar, conocer y entender. Pero, forma parte de la vida y para la vida.
Soy una persona de relaciones humanas. Me gusta sentirme lo más cercano posible a los clientes y a los compañeros y, creo, que no se hace nada sin ser en equipo. Y yo consigo verme con un equipo gigante en el que todos remamos hacia el mismo lado. ¡Eso hace la gran diferencia!
Los clientes, también forman parte de este equipo y solo así tiene sentido. Bajo mi punto de vista, el éxito es un conjunto de factores imprescindibles, tales como la formación y el constante intercambio entre compañeros y clientes.
Podemos saber tocar un instrumento, pero tenemos que estudiar/practicar todos los días para llegar a la “perfección”. Tenemos que entender a qué público queremos llegar y cómo queremos llegar. Tenemos que SENTIRLO antes, durante y después de un espectáculo.
Aquí lo entiendo del mismo modo. Tenemos que conocer, entender las necesidades y acompañar en el escenario, en un crescendo musical, que llegará cuando se cierre un negocio, y siempre con la certeza de que volverá a por otro más.
Casi parece poesía, pero lo que veo en este proceso es analogía simbiótica.
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A lo largo de este año y medio, me he encontrado con mucha gente y con muchos negocios, unos más intensos que otros.
Siempre los he vivido como si fuesen míos y esto no siempre es positivo. Pero, a pesar de que sabemos que tenemos que mantener la llamada “distancia de seguridad”, admito que todavía no consigo hacerlo y me parece que no lo haré. Tal vez, porque a lo largo de mi vida, siempre fui así.
Estar aquí, en este momento, me ha enriquecido como SER HUMANO. Siempre lidié con muchas personas y me gusta mucho compartir experiencias de vida. Aquí he aprendido mucho con todos los que me rodean, desde el Rookie hasta el Senior. Todos son importantes y todos, tienen su escenario fundamental en esta familia que es Zome.
No existe destrucción entre las personas, somos todos iguales y hablamos todos la misma lengua. No hay preciosismos que generen negatividad y que tantas veces, destruyen grandes empresas.
Las herramientas que Zome pone a nuestra disposición diariamente y el solicitante busca más, hacen a esta empresa ÚNICA. Siempre hay novedades y mejoras diarias, buscando siempre darlo todo, para que podamos innovar y estar siempre un paso más al frente.
Me gustaría contaros que yo nunca, en ningún momento, pensé en entrar en el mercado inmobiliario. Si alguien me llega a decir que hoy iba a estar aquí escribiéndoos sobre esto, diría que es mentira.
Estaba muy lejos de llegar a imaginar que sería consultora inmobiliaria en una empresa 100% portuguesa y que aquí encontraría, mi segundo Amor.
Pienso que ya se empieza a desmitificar que la pandemia traerá una crisis inmobiliaria gigantesca. No lo creo así y no siento eso. Pero, no soy vidente.
Sí siento, que los clientes son personas más informadas y con más conocimiento que hace unos años atrás, y hacen las conversaciones a la hora de hacer negocio, mucho más ricas y también, más realistas.
Llegamos a una altura en la que todos pensábamos que teníamos una casa millonaria para vender, independientemente del tipo de casa o de la ubicación. Llegamos a un extremo de valores y que muchas veces no se correspondían con la realidad.
En Zome eso no pasa, porque tenemos el know-how y las plataformas tecnológicas que nos permiten realizar estudios de mercado concretos, con valores reales para poner a la venta tu inmueble y una estimación del tiempo en que se venderá.
No inventamos, no “lamimos papel”, llevándonos horas y horas para realizar estudios que muchas veces, no se corresponden con la realidad.
De esta forma, vamos equilibrando el mercado y las expectativas de quiénes nos buscan. Con la certeza de que aquí, con los profesionales de Zome, el trabajo está bien hecho, con toda la profesionalidad, empeño y dedicación.
Todos los días me levanto con la misma convicción: trabajar más y mejor.
La premisa tiene que ser ésta, solo así, vamos a conseguir llegar más lejos y mejor.
Centrarse en los objetivos de llegar cada día un poco más lejos hace que todo el proceso sea mucho más enriquecedor y también motivador.
¿Y tú?
¿Todavía no conoces Zome?
Ira Moreira
Consultora Inmobiliária