Siendo el principal constituyente del cuerpo humano, el agua es esencial para la vida y está envuelta en prácticamente todas las funciones del organismo. Conozca su importancia para la salud.
Aunque toda la gente sabe que se debe consumir agua regularmente, la verdad es que la cantidad de agua ( o té e infusiones sin azúcar) ingerida diariamente, por la mayoría de los portugueses, permanece por debajo de los valores recomendados.
Además de ello, muchas veces el consumo de agua y/o bebidas sin azúcar se sustituye por bebidas ricas en azúcares, que no aportan ningún beneficio a los consumidores, pudiendo llegar a ser promotoras del exceso de peso e incluso hasta obesidad, cuando se consumen con frecuencia.
El cuerpo humano está constituido principalmente por agua. En la vida adulta, el agua corresponde aproximadamente el 60% del peso corporal de una persona, pero al nacer, este porcentaje llega a alcanzar el 75% del peso corporal de un recién nacido.
Siendo el principal constituyente del cuerpo humano, el agua es esencial para la vida y está envuelta en prácticamente todas las funciones del organismo como, por ejemplo, en la regulación de la temperatura corporal, en la eliminación de residuos (a través de la orina y en la prevención del estreñimiento) y también en el proceso digestivo. Además de eso, es promotora de un buen desarrollo físico e intelectual.
El consumo de agua debe ser frecuente, puesto que el organismo va perdiendo agua a lo largo del día. El agua se va perdiendo a través del sudor, la respiración, función renal (orina) y gastrointestinal (heces), por lo que es necesario asegurar su reposición mediante la ingesta de más agua.
Además de los tés e infusiones sin azúcar que ya hemos mencionado, el agua se obtiene también de los alimentos que ingerimos como las hortofrutícolas, que en algunos casos incluso superan el 90% de agua en su composición (como es el caso de la sandía o del pepino), el puré de verduras y también los zumos naturales, la leche, las bebidas vegetales y los yogures. En verdad, casi todos los alimentos contienen agua en su composición y por esta razón la encontramos en el centro de la rueda de los alimentos.
La hipohidratación o la deshidratación ocurren cuando el consumo de agua de un individuo está por debajo de sus necesidades hídricas. Estas necesidades varían de una persona a otra, teniendo en cuenta el género, la edad, el estado de salud, el nivel de actividad física, y claro, la temperatura ambiental. Esto quiere decir que las recomendaciones generales de los valores de ingesta de agua diaria pueden no ser adecuados para una parte de la población y por eso, debe estar atento a las señales que su cuerpo le envía.
El síntoma más evidente que puede tener es la sensación de sed. Cuando está con sed significa que ya está entrando en un estado de hipohidratación, que le puede llevar a la deshidratación. A lo largo del día, debe ingerir líquidos aunque no tenga sed, puesto que debemos evitar esa sensación.
Una hidratación insuficiente puede tener consecuencias como:
A veces, alcanzar los valores recomendados de ingesta de agua puede que no sea tan fácil, si no estuviese acostumbrado a ingerir frecuentemente líquidos o si no aprecia el agua, por eso vea las siguientes recomendaciones que le van a ayudar a mantenerse hidratado:
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Mafalda Ferreira Da Cunha
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