Líderes que comunican sus expectativas con claridad, se aseguran de que todo el equipo esté alineado.
¿Cuántos equipos vemos con elevados niveles de performance y consistencia?
Así es, mirando en detalle para algunos equipos, identifico en ellas una característica común – un liderazgo con un alto patrón ético y moral, con objetivos claros pero también adaptables a sus personas.
Son líderes que se involucran con sus equipos, enfocados en la formación de sus personas y preocupados por transmitir seguridad siempre que alguna cosa no va del todo bien.
Permiten que sus personas compartan ideas y estrategias de forma que se sientan involucradas y claro, trabajan todos los días junto a sus equipos, con el objetivo de encontrar y formar otros futuros líderes.
Un líder con sentido ético, es básicamente alguien que sigue el buen sentido y toma una actitud justa, sin degradar a nadie. Hacen que sus personas se sientan seguras, en lugar de ansiosas.
» Lee también: Talento y formación – Así se crean empleados exitosos - por Helder Ferreira
Líderes que comunican sus expectativas con claridad, se aseguran de que todo el equipo esté alineado.
La neurociencia explica:
Cuando la amígdala detecta una amenaza a nuestra seguridad, las arterias se endurecen y ensanchan para suportar el aumento del flujo sanguíneo a través de nuestros miembros, que se preparan para una respuesta de lucha o fuga.
En ese estado, perdemos acceso al sistema de relación social del cerebro y la función de la corteza prefrontal responsable de la ejecución de una tarea. Esto es, perdemos la capacidad de pensar creativamente y de buscar la excelencia en lo que hacemos.
Entonces, desde el punto de vista neurocientífico, garantizar que las personas se sientan seguras debe ser la prioridad nº1 de los líderes.
¿Cómo?
Al definir una dirección clara y permitir que los empleados se organicen. Ningún líder puede hacerlo todo solo. Por eso, es fundamental distribuir energía y confiar en la toma de decisión de aquellos que están más cerca de la acción en cuestión.
Participar y dialogar con el equipo de forma abierta, clara y frecuente es fundamental. Los líderes que lo hacen crean un escenario propicio para la conexión con el equipo.
Un estudio hecho científicos americanos en 2012, recogió que las emociones son contagiosas en el local de trabajo y afectan a la productividad y al bienestar general. Los profesionales analizados se sentían emocionalmente agotados solo de observar interacciones desagradables entre compañeros de trabajo.
Por eso, líderes, no os olvidéis de llamar a vuestras personas por su nombre, sonreír, intercambiar intereses comunes, dialogar con ellas.
Error.
Los líderes deben estar abiertos a nuevas ideas, ser flexibles en los cambios de opinión. De esta forma el líder predica con el ejemplo y sus equipos crecerán en un ambiente de intercambio, respeto, que motiva el aprendizaje.
Ser flexible no es señal de debilidad, pero sí un acto noble y por eso, tal vez, uno de los actos más difíciles que tiene que realizar un líder.
Todo aquello que un líder pueda hacer para disminuir el miedo y el estrés es muy valorado por el equipo, generando así una mayor conexión entre los miembros.
Los científicos ya comprobaron que, bajo amenaza, la disminución del flujo sanguíneo para y el cerebro reduce la visión periférica, para que nos centremos en el peligro inmediato, con la visión de túnel. La amenaza y el miedo cierran nuestra mente a nuevas ideas y enfoques.
Pasamos a tener opiniones más inflexibles cuando nos sentimos amenazados, incluso frente a evidencias contradictorias. Lo que convierte las ganas de querer aprender en algo más complicado.
Para que los equipos se sientan motivados para aprender, intenta empezar las conversaciones sin limitaciones o juicios.
Escucha a todos atentamente y sin interrupciones. Solo porque pensamos que ya sabemos lo que el otro va a decir o quiere decir. Lo importante no es lo que la persona nos dice. Lo realmente importante es como la persona se siente cuando lo dice.
Y teniendo el líder al equipo involucrado, las señales de gratitud y lealtad, surgirán de forma natural.
Estos dos sentimientos nos surgen siempre que sentimos que fuimos ayudados por alguien en nuestra vida, en nuestro desarrollo personal. Cuando el líder demuestra compromiso con su equipo, estos dos sentimientos y emociones se desencadenan. Surgiendo después el querer retribuir y superar expectativas.
Por eso, líderes del mundo, manteneos en constante autocrítica y vuestros equipos os lo agradecerán.
Helder Ferreira
Training and Banking Relations Director