¿Conoces todos los cuidados que debes tener con el sol para proteger tu salud? ¡Descúbrelo en este artículo y aprovecha los días de verano con seguridad!
¿Ya tomaste hoy tu dosis de vitamina D? Con apenas 15 minutos es suficiente para que los beneficios del sol se hagan sentir en tu cuerpo y mente.
Además de ser fundamental para activar la vitamina D que ayuda a fijar el calcio en los huesos, el sol permite aumentar la producción de ciertas hormonas que regulan la sincronización de los ritmos biológicos y sus rayos UV tienen una acción antibacteriana e antiinflamatoria. Eso por no hablar, claro está, del tono bronceado que todos buscamos tener durante los meses más calurosos del año.
Sin embargo, para conseguir disfrutar de todos los beneficios de unos buenos rayos de sol, es imprescindible conocer todos los cuidados que debes tener durante la exposición solar.
¡Descubre en este artículo todo lo que debes hacer para mantenerte protegido!
El sol es fundamental para nuestro bienestar físico y psicológico, pero sin los cuidados necesarios puede volverse un verdadero villano dando origen a diferentes problemas para nuestra salud, como:
- Eritema o escaldadura - la piel queda irritada, roja y con algunas molestias debido a la picazón y, en casos más graves, al dolor. Estas quemaduras pueden ser leves con alguna rojez, moderadas con algunas ampollas y graves con la aparición de fiebre, escalofríos y un tono de piel de color púrpura.
- Lucita de verano - la conocida “alergia al sol”. Se caracteriza por algunas erupciones cutáneas (pequeñas ampollas rojas) acompañadas de picazón.
- Envejecimiento precoz de la piel con la aparición de arrugas y manchas.
- Carcinomas y melanomas - con el sol no se juega, la exposición solar excesiva y sin protección puede llevar a la aparición de enfermedades más graves.
Todos los años lanzan nuevas campañas de información y prevención sobre los peligros del sol y los cuidados a tener, pero en realidad parece no ser suficiente: el cáncer de piel continua aumentando entre la población portuguesa.
El sol no es solo una amenaza para la piel cuando vamos a la playa. Estamos constantemente expuestos a los rayos UVA y UVB y un simple paseo o un desplazamiento de camino al trabajo pueden ser suficiente para perjudicar tu piel.
Busca productos con protección para rayos UVA y UVB y que tengan un factor de protección (FPS) de 30 o más. Ten siempre el cuidado de comprobar la caducidad del producto pues pasada la fecha puede perder su eficacia.
¿sabías que debes aplicarte el protector solar unos 30 minutos antes de la exposición al sol? Los productos contienen sustancias que necesitan algún tiempo para adaptarse a tu piel y para empezar a entrar en acción. Por eso, antes de salir de casa, aplica protector en todas las partes expuestas al sol no olvidando las orejas, los párpados, el cuello y los pies.
Añade un recordatorio en el móvil para no olvidarte de reforzar el producto cada dos horas y siempre que entres en el agua o compruebes que sudas bastante.
Entre las 12h y 16h debes procurar mantenerte protegida del sol. Atención: si estás a la sombra de una sombrilla o de un toldo debes tener cuidado y aplicar el protector solar porque estos materiales no filtran la radiación solar.
Existen algunos medicamentos que hacen que nuestra piel sea más sensible al sol, lo mismo sucede con las cirugías o tratamientos estéticos. Infórmate con un profesional del área sobre los cuidados que debes tomar.
La hidratación ¡va de dentro para fuera! Si beber agua ya es fundamental en nuestro día a día, en estos momentos de exposición solar no nos puede faltar. Aprovecha para consumir algunas frutas ricas en agua como la sandía, por ejemplo.
Es fundamental tener siempre a mano un producto hidratante para aplicar después del baño. Opta por productos “after sun” con propiedades calmantes como el aloe vera – además de ayudar en la hidratación, potencian la duración del bronceado.
¿Cómo proteges tu cabello en el verano? Las mascarillas y acondicionadores no van a hacer milagros si no tienes los debidos cuidados cuando vas a la playa o a la piscina. Los rayos UVB dañan la queratina de los cabellos dejándolos más frágiles, y los rayos UVA dañan el color (incluso sin tener cabello teñido o decolorado).
Después de la exposición solar, intente hacer una hidratación poderosa recurriendo a productos que tengan en su composición ingredientes como ceramidas, arginina y queratina.
Déjate asesorar por un profesional de confianza para que te diga que productos son más adecuados para tu tipo de cabello.
Si no pusiste en práctica estas recomendaciones que compartimos contigo, es probable que en este momento necesites ayuda para combatir una quemadura solar. Descubre lo que tienes que hacer:
Esta idea de que las quemaduras solares de la infancia cuando son bien tratadas no traen problemas en el futuro es totalmente equivocada. Al contrario: estas quemaduras aumentan el riesgo de padecer cáncer en la edad adulta.
¡No, nada de eso! Los productos de protección solar apenas protegen de forma temporal. Es necesario ir renovando la aplicación cada dos horas y reforzar en caso de que sudar o de que nos bañemos.
El sol puede no estar brillando en el cielo, pero gran parte de los rayos solares continúan pasando a través de las nubes. Lo que pasa es que el porcentaje de rayos UV filtrados por el sol varía dependiendo del espesor y altitud de las nubes: en realidad continúa existiendo peligro de quemadura solar si no tomamos los debidos cuidados.
Un factor de protección más alto va a hacer que estés más protegido de los rayos UV. De esta forma, tu piel va a necesitar más tiempo para broncearse, pero no va a interferir en la intensidad de tu bronceado.
Recuerda siempre que lo más importante es la prevención. Pon en práctica las recomendaciones que compartimos contigo y aprovecha los días de sol que se acercan con seguridad.
Conoce aquí otras recomendaciones de salud y bienestar que pueden ser de utilidad para ti.
Catarina Pinheiro
Content Manager