La organización de tu armario tiene más impacto en tu día a día de lo que te imaginas. Descubre por qué en este artículo.
El cambio de estación pide pequeñas adaptaciones en tu casa y en tu rutina para simplificar el día a día. Con la llegada del verano no hay nada como aprovechar los finales de la tarde después del trabajo para disfrutar del tiempo en familia y de la energía de una puesta de sol en la playa.
Para tener más tiempo para aquello que te hace más feliz, ¡la organización es la base de todo! Hacer el cambio de ropa de invierno por la de verano deberá convertirse en una tarea a realizar cada año: te ayudará a ganar espacio, a acumular menos cosas que ya no usas y así facilitar tu rutina diaria ayudándote a encontrar más fácil lo que buscas.
En este artículo de NOTES queremos ayudarte a realizar este cambio de forma simple y sin perder mucho tiempo, ¡al final la playa está esperándote!
¿Tiendes a guardar prendas de ropa en el fondo del cajón que no usaste el verano anterior? Este es el momento ideal para deshacerte de estas piezas y evaluar lo que puedes vender y lo que debes donar: ¿aún te identificas con esas piezas? ¿Hace cuánto tiempo que no las usas? ¿Vale la pena continuar guardando aquel abrigo que fue una excelente compra, pero que solo usaste el invierno de 2018? No te olvides de realizar una revisión de calzado y de accesorios.
Para facilitar los próximos pasos empieza por separar la ropa por categorías como “guardar, donar, arreglar, lavar”.
Ésta es tal vez la tarea que más lleva en este proceso, pero la que no puedes evitar. Antes de empezar a organizar tu armario, deberás seleccionar todas las prendas que necesitan ser lavadas para guardar, y las que están guardadas pero precisan estar listas para ser usadas en cualquier momento, incluso para tirar ese olor a “guardado”.
Presta atención a las prendas más caras o de materiales que exijan un tratamiento profesional en una lavandería. En caso de tener que realizar pequeños arreglos (botones que coser, bajos para subir), aprovecha también este paso para dejar todo en orden.
Las prendas que usarás en esta estación debes organizarlas en las estanterías más accesibles y visibles. Toda la ropa que sea para guardar para el próximo año puede ser colocada en cajas en otro espacio, si fuese necesario. Las bolsas al vacío son una excelente opción para almacenar la ropa de cama, por ejemplo.
Presta especial atención a la forma en que vas a guardar las prendas de la próxima estación: no mezcles ropa muy clara y oscura, porque existe el riesgo de que se manchen. En caso de que guardes la ropa en el garaje o en otro lugar, asegúrate de que quedan cerradas herméticamente y protegidas de la humedad.
Los tejidos más ligeros y finos debemos colgarlos para que no se arruguen tan fácilmente y los jerséis pueden ir doblados y guardados en los cajones.
Al definir el lugar en el que vas a guardar cada prenda, deberás tener en cuenta la organización diaria del espacio para que no empieces a acumular nuevamente y sea una confusión. Pequeños hábitos que pueden ayudar:
Reserva una tarde para realizar este proceso de cambio e incluye a la familia en esta tarea para que todos sepan cómo están organizados los armarios y cómo pueden mantenerlos organizados. Si todavía no tienes una rutina de lavado de ropa en casa, prueba a incluirla en este cambio: ten un local con cestos de ropa sucia donde cada persona pueda hacer la separación simplificando el proceso a la hora de organizar todo para lavar.
Catarina Pinheiro
Content & Social Media Manager